El liderazgo auténtico requiere desafiar la cultura del miedo y adoptar afirmaciones positivas para desarrollar el coraje, fomentar la empatía y construir conexiones humanas transformadoras.
A todos nos resulta familiar el sentimiento de que las cosas no deberían ser como son. Que no tenemos éxito suficiente, que nuestras relaciones no son lo bastante satisfactorias.