El humorista Pablito Castillo compartió su experiencia con la depresión y dejó un mensaje de aliento sobre la importancia de cuidar la salud mental.

Un comediante, una historia real y un mensaje que llega al corazón
Estamos acostumbrados a ver a los humoristas siempre sonrientes, como si la risa fuera su estado natural. Sin embargo, detrás de los escenarios y las pantallas, también habitan emociones profundas, dolores invisibles y luchas silenciosas. Eso fue lo que el humorista Pablito Castillo decidió mostrar al abrir su corazón y contar públicamente su experiencia con la depresión.
En un emotivo video publicado en sus redes sociales, relató cómo pasó de ser “el chico alegre” que todos conocían, a alguien que no encontraba fuerzas para salir de su casa, relacionarse con otras personas o incluso mirarse al espejo sin sentir rechazo hacia sí mismo.
“Sentía que no me merecía nada. Me costaba socializar, comía mal, se me caía el pelo, me salían manchas en el cuerpo”, confesó.
La soledad detrás de la pantalla
Uno de los aspectos más fuertes de su testimonio fue la sensación de soledad. Aunque contaba con el apoyo de su familia, pareja y amigos, nada parecía suficiente cuando se apagaba el celular y el ruido del mundo digital desaparecía.
Ese contraste entre “tener miles de amigos en las redes” y sentirse solo al cerrar la aplicación es un reflejo de lo que muchos viven en silencio. Nos recuerda que la conexión virtual no siempre sustituye al abrazo real ni a la compañía cercana que tanto necesitamos.
Los pequeños pasos que hacen la diferencia
El camino de Pablito hacia el bienestar no fue inmediato ni mágico. Fue un proceso hecho de pasos pequeños y constantes: salir al aire libre, volver a disfrutar de lo simple, reconectarse con la vida cotidiana.
No se trató de un cambio radical de un día para el otro, sino de un proceso paciente en el que aprendió a cuidar tanto su mente como su cuerpo. Hoy asegura sentirse mejor, y con esa luz recuperada decidió compartir su experiencia.
Un mensaje de esperanza
Con una sinceridad desarmante, Castillo dejó un mensaje que resuena profundamente en quienes atraviesan momentos similares:
“Si estás pasando por esto, como yo lo pasé, quiero decirte que todo se puede. Es muy importante cuidar la salud mental tanto como la física. No estás solo, todos necesitamos ayuda en algún momento. Y todos podemos salir adelante”.
Su testimonio nos recuerda que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía. Y que la salud mental es tan vital como la física, porque sin ella la vida pierde su equilibrio.
Conclusión
Hablar de depresión todavía incomoda a muchos. Pero historias como la de Pablito Castillo muestran que abrirse, compartir y ponerle palabras al dolor puede ser una de las formas más poderosas de sanar, tanto para uno mismo como para quienes escuchan.
Si hoy estás atravesando un momento difícil, recordá esto: no tenés que hacerlo solo. Pedir ayuda es un paso hacia adelante, y cada pequeño gesto cuenta en el camino a recuperar la esperanza.